Los depósitos de aceite y los sistemas de gestión de aceite hechos de plástico son una forma eficiente de ahorrar CO2. Mediante el uso de nuestros conceptos se ahorra peso y, por lo tanto, CO2. Las innovadoras tecnologías de producción también permiten fabricar envases extremadamente puros. Además, los depósitos y los tubos de plástico son muy ligeros y ayudan a reducir el peso del vehículo. Con respecto a la relación entre el diámetro exterior y el espesor de la pared, nuestras tuberías de aceite establecen el referente actual. Las ventajas resultantes son evidentes: peso reducido y requisitos mínimos de embalaje.