El experimento común en las clases de física consiste en cargar electrostáticamente por fricción una película de plástico. Asimismo, en numerosos sectores industriales, los componentes de las plantas se pueden cargar electrostáticamente por fricción. Cuando estas tensiones se descargan, pueden resultar peligrosas para las personas y en áreas con peligro de incendio o explosión el polvo y los gases se pueden encender debido a descargas eléctricas. Las cargas electrostáticas también pueden ser la causa de averías electromagnéticas en dispositivos sensibles. El uso de plásticos eléctricamente conductores y antiestáticos puede ser la solución adecuada.
Los plásticos con propiedades definidas conductoras de electricidad pueden disipar las cargas electrostáticas de forma controlada y permanente. Este tipo de plásticos se utiliza en diversos sectores: Algunos ejemplos son las industrias de electrónica y de semiconductores, refrigeración, ventiladores y bombas, industrias médicas, químicas y farmacéuticas, molinos de cereales y otras industrias en las que los materiales a granel generen polvo, al manipular líquidos y gases combustibles, por ejemplo, en estaciones de servicio, aeropuertos y plantas de gas, en la industria papelera, en la producción de tejidos o películas o en la industria minera. La gama de plásticos conductores de electricidad de Röchling ofrece el más alto nivel de seguridad para estas aplicaciones gracias a sus diversos perfiles de características.
Si una descarga en atmósferas potencialmente explosivas —las denominadas zonas EX— alcanza la energía de ignición requerida, podría provocar una descarga de chispas y, por tanto, la ignición de las sustancias explosivas. La directiva europea ATEX (del francés «ATmosphère EXplosive») 94/9/CE contiene las normas para usar componentes y sistemas en entornos potencialmente explosivos.
Las personas perciben las descargas electrostáticas en forma de pequeña descarga eléctrica a partir de 3000 voltios. Los componentes utilizados en las industrias electrónica y de los semiconductores son mucho más sensibles. Las descargas muy por debajo de los 100 voltios pueden afectar, o incluso destruir, los componentes sensibles (ESDS = dispositivos sensibles a descargas electrostáticas). La consecuencia es un daño permanente o una avería inmediata del componente. Por consiguiente, los materiales que entran en contacto con componentes electrónicos sensibles deben tener propiedades de disipación eléctrica.
Röchling Industria ofrece una amplia gama de plásticos técnicos y de alto rendimiento para las industrias que necesitan unos plásticos con una elevada conductividad eléctrica. Además de sus «clásicas» propiedades, como una excelente resistencia química, una capacidad de deslizamiento muy buena o una alta resistencia a la abrasión, su baja inflamabilidad o capacidad de autoextinción y su idoneidad para usar a temperaturas más altas, disponen también de una propiedad eléctrica definida: pueden ser antiestáticos y conductivos.
Polystone® PPs EL
Polystone® PPs EL GK
Polystone® G negro EL
Polystone® M (PE-UHMW), Polystone® D (PE-HD)
Polystone® PVDF EL
SUSTAPEI ESD 90 (PEI)
SUSTAPEEK CF 30 (PEEK)
SUSTAPVDF ESD 60 (PVDF)
SUSTAMID 6 ESD 60 (PA 6)
SUSTAMID 6G ESD 90 (PA 6 G)
SUSTARIN C ESD 60 (POM)
SUSTARIN C ESD 60 PLUS (POM)
SUSTARIN C ESD 90 (POM)
SUSTARIN C ESD 90 PLUS (POM)
El comportamiento de aislamiento de un material se define por la resistencia a la corriente eléctrica que pasa a través de él. La resistencia vertical solo se considera la corriente que fluye a través del interior del material, y no la proporción de corriente que fluye en la superficie. La resistencia superficial medida entre dos electrodos colocados en la superficie del material también considera la proporción de la corriente que fluye en el interior.
Para evaluar la idoneidad de un material para una aplicación de ESD (ESD = disipación electrostática), el parámetro más importante es la resistencia superficial, ya que afecta decisivamente a la carga y descarga electrostática de un material. A la hora de elegir un material, es necesario asegurarse de que no esté cargado electrostáticamente, es decir, que la resistencia superficial sea inferior a 109 Ω.
La resistencia superficial se puede dividir en tres niveles de resistencia:
Conductor de electricidad
Los materiales con unos valores de resistencia superficial por debajo de 106 Ω son electrostáticamente conductores. Estos materiales pueden disipar los portadores de carga aplicados en tiempo récord. Como el tiempo de descarga es muy breve, los materiales conductores no son adecuados para todas las aplicaciones de ESD, ya que los picos de tensión que se producen pueden causar daños a los componentes electrónicos sensibles a las descargas electrostáticas.
Disipador electrostático
Son disipadores electrostáticos aquellos materiales cuya resistencia superficial específica oscila entre 106 Ω y 1012 Ω. Estos materiales pueden disipar los portadores de carga aplicados en un tiempo determinado. La carga de estos materiales es limitada. Los materiales con unos valores de resistencia superficial inferiores a 109 Ω no se cargan electrostáticamente.
Aislante
Los materiales con una resistencia superficial específica superior a 1012 Ω son aislantes. Los aislantes tienen una conductividad muy baja. Por este motivo, los portadores de carga aplicados permanecen en la superficie de estos materiales durante un tiempo prolongado y se disipan gradualmente. Admiten sin problema cargas de varios miles de voltios. Los materiales aislantes no son adecuados para aplicaciones de ESD.
Resistencia vertical
Otra característica del material electrostático es la resistencia vertical. Cuando se modifica la resistencia superficial de un material, muchas veces se reduce también su resistencia vertical. La resistencia vertical es insignificante en un gran número de aplicaciones.